Ruta de Harry Potter y los Castillos del norte de Inglaterra

A 2 horas en coche de Edimburgo, en el norte de Inglaterra, se halla una tierra llena de historia y en la que los castillos dominan el paisaje de una forma dramática. En un entorno de marismas y colinas suaves que lleva siendo frontera más de 1.000 años es normal que las fortalezas proliferen. Lo que no esperaba era encontrarme con panorámicas de cuento de hadas y escenarios de película. Nos vamos al norte de Inglaterra tras los pasos de Harry Potter. ¿Vienes?

Escocia es mi lugar favorito, pero debo admitir que la región de Nortumbria, al norte de Inglaterra, me fascina. Quizás sea porque alberga el majestuoso Muro de Adriano, o quizás sea porque es muy bonito, o ambas cosas a la vez. Sea lo que sea, es un buen lugar para un fin de semana o una excursión de un día como la que organizan de primavera a otoño los chicos de Viajar por Escocia. Su tour de “Harry Potter y Castillos de Inglaterra” es una gozada incluso si no te gustan las aventuras del niño mago… aunque si eres fan, ¡mejor!

En plena Royal Mile de Edimburgo, a las 8’15h de la mañana nos esperaba Luismi, el guía de Viajar por Escocia. Con un día algo encapotado nos pusimos en marcha y desde el minuto 0 todos nos dimos cuenta de que nuestro cicerone es un verdadero amante de la obra de J.K. Rowling, la historia y el cine. Un buen punto de partida para un tour de lo más cinematográfico.

Visita a Berwick-upon-Tweed

En una hora de ruta nos plantamos en Berwick-upon-Tweed, el pueblo más al norte de Inglaterra, justo en la frontera con Escocia. A pesar de la bruma, este rincón marinero está lleno de encanto y tan sólo hay que pasear por su casco histórico y sus impresionantes murallas para darse cuenta. Desde lo alto de las defensas del pueblo la desembocadura del río Tweed se fusiona con el mar del Norte mientras un faro se hace pequeño en el horizonte. Berwick está lleno de tiendecitas con encanto, vistas excelentes y gracia victoriana. Estuvimos poco rato, pero el suficiente como para quedarme con ganas de más. Habrá que volver para explorar su castillo, acercarme a las barquitas y ver cómo sube (o baja) la marea y las aguas se retiran hacia el horizonte.

Explorando el castillo de Bamburgh

La carretera que bordea la costa del norte de Inglaterra es muy hermosa. A la izquierda queda el mar, una constante. Mientras que a la derecha se suceden paisajes en tonos de verde, pueblecitos y fortalezas de piedra en mejor o peor estado de conservación. La ruta de “Harry Potter y los castillos de Inglaterra” continúa hasta el castillo de Bamburgh (haz click y descubre más en mi post), una fortaleza de origen normando situada en un entorno idílico, junto a una playa de arena blanca y dunas salvajes. La fortificación se alza sobre una colina y deja boquiabierto al que la mira. En un día claro desde aquí se divisa el castillo de Lindisfarne, en la idílica Holy Island. No me extraña nada que fuera el lugar de rodaje de escenas de películas como El Cid, Robin Hood o Elizabeth.

El rodaje de «Harry Potter» en el Castillo de Alnwick

La tercera parada del tour de Viajar por Escocia nos lleva hasta Alnwick, una deliciosa población en la que todo parece girar entorno a su castillo. La residencia del duque de Northumberland está en un estado de conservación envidiable y cuenta con la casa de árbol más grande de Europa. Pero la joya, lo que deja a todo el mundo boquiabierto, es la fortaleza. Este complejo de patios entorno a una torre central rodeados de más edificios grandiosos es tan fotogénico que no es de extrañar que Harry Potter aprendiera a volar en escoba (y a
jugar al Quidditch) en sus terrenos. Hoy cualquiera puede probar suerte. O, si quizás eres fan de la serie de la BBC “La Víbora Negra” puede que te suenen los exteriores, ya que se usaron para la primera temporada. Si no tienes un lado demasiado friki siempre puedes optar por disfrutar de la colección de arte que cuelga de las paredes del castillo de Alnwick (échale un vistazo a mi post), dar rienda suelta al niño/a que hay en ti en un laberinto mágico o subir a las murallas para divisar el horizonte.

Fortalezas, cottages y pubs

Con las baterías cargadas de magia, la ruta empieza el retorno a Edimburgo por las carreteras secundarias del norte de Inglaterra. El último paso es el pueblecito de Etal, un rincón pintoresco a orillas del río Till con las ruinas de un castillo del siglo XIV, varios cottages típicos y un pub tradicional, The Black Bull, ideal para saciar la sed de historia de cualquiera.

10 horas más tarde, con la retina llena de imágenes imborrables y mil sensaciones a flor de piel, volvimos a la capital de Escocia.

Esta ruta se puede replicar en coche por tu cuenta, pero te perderás las explicaciones de guías tan majos como Luismi, que tiene mil anécdotas sobre la historia local y la vinculación de la zona con las películas de Harry Potter. Además, a veces está bien dejarte llevar y no tener que preocuparte por conducir por la izquierda o conseguir localizar cada lugar. Al menos, a mi me compensa.

Información práctica:

Precio del tour: 40£ (niños, mayores de 65 años y estudiantes), 42£ (adultos). Las entradas a los castillos no están incluidas (el de Bamburgh cuesta 7’20£ y el de Alnwick 10£).

Salida: Martes, jueves y sábados, desde el 24 de marzo al 25 de octubre, a las 8’15h.

Duración de la excursión: 10 horas

Página web del tour

Si cuando reservéis el tour les decís que vais de mi parte os harán un descuento del 5% sobre el precio de la excursión.

* Viajar por Escocia me invitó a realizar esta excursión con ellos pero (como siempre) todas las opiniones vertidas en este artículo son totalmente sinceras y están basadas en mi experiencia personal en la ruta. 

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