Después de un día y dos noches estupendas en Carcassonne, el fin de semana de chicas llega a su fin. El domingo tocaba volver a casa… pero como no teníamos prisa y tampoco nos apetecía demasiado retomar la rutina decidimos dar un pequeño rodeo y explorar la campiña francesa del Languedoc. Una amiga me recomendó pasar por «un des plus beaux villages de France». Ella había estado allí en una época algo más cálida que enero… pero el reclamo de su abadía románica, su casco histórico medieval y su buena reputación eran motivos más que suficientes para ir.

Desde Carcassonne hasta Lagrasse el paisaje es una sucesión de valles y viñedos precioso. A pesar del frío que hacía, disfrutamos muchísimo de la experiencia de descubrir esta pequeña población cruzada por el río Orbieu y cuyos orígenes se remontan a la construcción de la abadía benedictina en el siglo VII y a una carta del mítico Carlomagno. Aunque he visto pueblos más bonitos, debo reconocer que hace honor a su nombre, que todo es monísimo y precioso… y que pasar unas horas allí fue una gran decisión.


Era todo tan mono que, obviamente, lo primero que hicimos fue dar una vuelta, callejear y explorar el casco histórico de Lagrasse.

Nuestros pasos nos llevaron a l’église Saint Michel (s. XIV), aunque estaba cerrada igual que la oficina de turismo, a varias mansiones medievales, a una plaza porticada que me recordó a la Porxada de Granollers y a la Tour de Plaisance (s. XIV – XV).


Cruzamos el maravilloso Pont Vieux de 1303…

… y llegamos a la famosa Abadía de Sainte Marie, para darnos de bruces con la cruda realidad de que estaba cerrada. Nuestro gozo en un pozo y un motivo más que suficiente para volver 😉

Visitar la Abadía de Sainte Marie de Lagrasse
Horarios de apertura (2012):
- De enero a marzo y de noviembre a diciembre: 10 – 12.30h y 14 – 17h
- Abril, mayo, junio y octubre: 10 – 12.30h y 14 – 18h
- Julio, agosto y septiembre: 10 – 19h
Tarifas
- Adultos: 4 €
- Niños (de 6 a 15 años): 1 €
- Grupos (mínimo 15 personas): 2.50 €
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Abadía de Lagrasse
Un rato más tarde, con todo el dolor por no haber podido descubrir una de las joyas del románico francés, volvimos al coche y nos despedimos de Lagrasse… hasta la próxima, porque volveremos seguro, aunque sólo sea para bañarnos en verano en las cristalinas aguas del río Orbieu 🙂

¿Dónde dormir en Lagrasse?
Nosotras no hicimos noche en este pueblo con encanto porque íbamos de paso. Pero si quieres relajación y tranquilidad, nada mejor que dormir en uno de estos hoteles de Lagrasse.
¿Has estado en Lagrasse? Si también crees que es uno de los pueblos más bonitos de Francia déjame un comentario.
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22 comentarios en “Lagrasse, un pueblo de cuento al lado de Carcassonne”
El sur de Francia tiene pueblos preciosos. Yo me fui enamorada de ese cachito de mundo… Gracias por compartir tu viaje con nosotros.
Mil gracias guapa!!!! La verdad es que la zona vale muchísimo la pena! me quedé con ganas de volver con más días y con mejor tiempo…. Volveré seguro!
Contenta de ver que pasaste por Lagrasse, y de leer que te gustó 🙂
Y mucho!!!! No me quiero ni imaginar cómo debe ser la experiencia de remojar los pies (o el cuerpo entero) en ese río en verano… Gran advice, Rosie!
Jaja yo he pensado lo mismo de la plaza, que se parecía a la Porxada de Granollers! Lástima que no pudieras entrar en la Abadía… maybe next time!!!
Maybe next time vendrás tu también? 😉 Te hubiera gustado mucho Lagrasse…
Cuando estuvimos en Carcassonne buscamos información sobre otros pueblos de la zona. De haberte leído antes hubiéramos elegido Lagrasse seguro. Muy guapo el puente!
Precioso… y eso que hacía un frío de mil demonios! En verano debe de ser espectacular poder remojarse en ese río… 😉
Gracias por pasarte!
Gracias!!!! Gracias!! Llevo tiempo buscando este tipo de pueblitos (en plan Brujas, pero sin turismo ni novedades) y creo que me diste una buena señal de dónde ir en breve 😉
Me gusta que te guste 😉 Realmente, Lagrasse tiene mucho encanto y seguro que no te arrepientes de la visita. En la zona hay mucho por ver y por hacer
Ey!!! yo también estuve en enero y la abadía estaba cerrada!!! 🙁 Hacía frío pero hizo un sol espectacular. Al final acabamos en el campo de futbol haciendo unas chilenas… y es que en esos campos de cesped que tienen en Francia… es imposible evitar la tentación!!!
saludos
Aish… En nuestro caso estuvo nublado pero disfrutamos mucho del pueblo. Tengo ganas de volver a Lagrasse en veranito, para remojar los pies en el río… 😉
Gracias por comentar
RT @Madaboutravel: Mad About Memories: #Lagrasse, un pueblo de cuento de hadas al lado de #Carcassonne http://t.co/uh32mPvBwW
Sólo un par de apuntes en relación con Lagrasse. Como apunta Patricia, ha “visto pueblos más bonitos”. Pues eso. Es un pueblo “mono”, está bien, pero tampoco es una cosa extraordinaria. Si estáis haciendo una ruta por la zona y pasáis cerca, merece la pena detenerse a pasear un rato por el pueblo, pero pensar en Lagrasse como plato fuerte de una jornada… Por ejemplo, en mi opinión Minerve es un pueblo más interesante que Lagrasse.
Y la segunda cosa: referirse a la abadía de Lagrasse como “una de las joyas del románico francés”, en mi opinión es un poco exagerado. Creo que a la hora de valorar las obras de arte, en este caso una iglesia románica, una cosa es lo que nos pueda hacer sentir su contemplación y otra cosa diferente es el valor real que, ajeno a nuestras subjetividades, éstos tienen. Creo que en esta zona sí serían obras de arte maestras del románico francés, por ejemplo, St-Michel-de-Cuxa o, un poco más al noreste, la abadía de St-Guilhem-le-Désert. Tened en cuenta que Francia es un país con un patrimonio románico apabullante y si decimos que uno de sus templos es una “obra maestra” del románico francés, deberíamos referirnos a la “crème de la crème”.
Saludos.
Perdonad que vuelva a intervenir. Es que he recordado que, ya que sale el tema de las «obras maestras» del románico francés, muy cerca de Lagrasse y Carcassonne tenéis la basílica de St-Sernin en Toulouse, que es también una de las joyas del románico francés (y etapa de uno de los ramales franceses del Camino de Santiago). Por cierto, Toulouse es una de esas ciudades que consideraba prescindibles. Sin embargo, este verano, aprovechando la estancia en Carcassonne, la visité y me gustó mucho. Es una ciudad con monumentos que hay que visitar (Les Jacobins, una joya -indagad, por cierto, acerca de la relación entre el nombre del partido jacobino de Roberspierre y los dominicos, que es muy curiosa-; el Capitolio, la catedral de St-Étienne, etc.), muy vital, muchas tiendas, etc. Junto con Pau, cada una en su estilo, dos ciudades imprescindibles del norte de los Pirineos. Toulouse con más empaque, más ciudad. Pau, cuna del «rey bueno», Enrique IV, aquél del «París bien vale una Misa», quizá más provinciana, pero también con la belleza y el encanto de las cosas pequeñas. O no tan pequeñas, porque uno de sus puntos más interesantes es precisamente un castillo.
En fin, que me enrollo. Pues eso, que St-Sernin, también es obra maestra. Con todos mis respetos, algún escalón por encima de la abadía de Lagrasse.
Disculpas y un saludo.
Tomo nota! Muchas gracias por la aportación 😉