Después de pasar un día y medio en la estupenda capital financiera del país kiwi, Auckland, llegó el momento de empezar nuestro roadtrip de 19 días por Nueva Zelanda. Y, como no podía ser de otra manera, iniciamos nuestra ruta en coche por la Península de Coromandel, un verdadero vergel donde la jungla del bush se funde con playas de postal y un horizonte salpicado de islitas y promontorios rocosos fotogénicos a más no poder. Te voy a contar paso a paso todo lo que vimos e hicimos… ¿Me acompañas en esta ruta por la Península de Coromandel?
Ruta en coche por la Península de Coromandel, Nueva Zelanda
Empezamos el día pronto y, bajo una lluvia que arreciaba, nos plantamos en las oficinas de alquiler de coches de la empresa Jucy en Auckland. Recogimos el Toyota 4RAV que iba a ser nuestro fiel compañero de aventuras, configuramos el GPS y nos lanzamos a la carretera. En cuanto salimos de la gran ciudad, un paisaje de colinas ondulantes de un verde intenso nos acompañó en toda la ruta desde Auckland hasta la Península de Coromandel.
Tairua
Después de conducir un par de horas llegamos a la Costa Este de la Península de Coromandel. Había hambre porque se acercaba el mediodía, así que paramos a comer en la apacible localidad costera de Tairua. Quizás porque todavía era temporada baja, pero a principios de noviembre (primavera en Nueva Zelanda) no había ni un alma.
Si paras aquí, asegúrate de dar un paseo por la playa, admirar el paisaje, quizás meter los pies en el agua cristalina (y fría) y para tomarte un respiro. Y, si tienes tanta hambre como nosotros, para meterte un bocadillo de bistec enorme entre pecho y espalda como hizo la que escribe estas líneas en Punters Bar and Grill.
Hot Water Beach
Mi ruta en coche por la Península de Coromandel continua en dirección al norte, a playas famosas y hacia el corazón del parque natural. Si coincides con la marea baja, cerca de Hahei, hazte con una pala, para en Hot Water Beach y cava tu propio spa en la arena de la playa. Me contaron que es una experiencia única, aunque a nosotros nos faltó tiempo… y no nos encontramos con la marea baja.
Playa de Cathedral Cove
Acto seguido, y más si eres fan de la saga Las Crónicas de Narnia, haz como nosotros. Pusimos rumbo hacia la mítica Cathedral Cove, una playa bellísima famosa por un arco de piedra natural que separa las dos partes del arenal y por el que se puede pasar de un lado a otro cuando baja la marea. Eso sí, prepárate para andar, porque al estar situada en un parque natural vas a tener que caminar unos 45 minutos de subidas y bajadas por paisajes de selva y con vistas a la costa. La sorpresa llega al final, cuando desciendes hasta la playa de Cathedral Cove y te topas de bruces con las formaciones rocosas que hay dentro del agua y, por supuesto con el arco de piedra, que parece sacado de un cuento de hadas.
Si vas con tiempo y hace suficiente calor como para bañarte, mete el bañador y la toalla en la mochila, llévate comida y pasa unas cuantas horas disfrutando de este paraje natural incomparable.
Carretera 309
En lugar de seguir bordeando la costa, nos atrevimos a “cortar camino” cruzando la Península de Coromandel por la carretera 309, que va por el interior. Aunque quizás llamarla “carretera” sea exagerar un poco… ya que en gran parte no está asfaltada y parece más una pista forestal que otra cosa. Teniendo en cuenta sus condiciones, digamos que alquilar un coche 4×4 para descubrir Nueva Zelanda fue una de las mejores decisiones que podríamos haber tomado.
Vale la pena. El paisaje es muy bonito y es fácil sentirte en medio de la nada… Y fácil preguntarte qué es lo que pasaría sin pincharas una rueda aquí. Por suerte, no se dio el caso y llegamos sanos y salvos a un pequeño bosque de kauris impresionante.
Bosque de Kauris
De todas las especies nativas de árbol de Nueva Zelanda, los kauris (Agathis Australis) son los más queridos por los kiwis. No son los más altos, pero sí unos de los más grandes y con más de 50 metros de altura suelen destacar entre el follaje. Los bosques de kauris están entre los más antiguos del mundo pero la talla masiva que llevaron a cabo los colonos a partir de 1820 acabó con más del 90%.
Para llegar al bosque de Kauris hay que andar un poco a través de la jungla kiwi. No temas, está todo perfectamente señalizado y hay pasarelas de madera sobre las que andar. Llagarás a un pequeño claro en el bosque donde los árboles son diferentes. Más altos, más antiguos, más majestuosos. Y donde también se encuentra el único kauri siamés: dos árboles unidos a un mismo tronco. Estuvimos un buen rato admirándolos, intentando rodearlos con los brazos, tocando su corteza centenaria tal y como habría hecho siglos atrás los primeros pobladores maorís. Fue un momento muy especial.
Cascadas de Waiau (Waiau Falls)
Siguiendo por la carretera 309 en la Península de Coromandel es relativamente sencillo llegar a las Waiau Falls, una bonita cascada junto a un pequeño arroyo. Eso sí, sigue las señales de la ruta e ignora al GPS si estás usando Google Maps. A nosotros nos hizo parar en medio de la nada… y bastante lejos de la catarata. Tuvimos que deshacer el camino con el coche hasta que, por fin las localizamos.
En este caso, una vez encuentres la cascada de Waiau Falls, casi no tendrás que andar, ya que está casi pegada a la pista forestal. Nosotros estuvimos solos todo el rato y no apareció ni un alma. Al ser finales de la primavera todavía refrescaba un poco, aunque me puedo imaginar que en un día cálido el lugar debe ser perfecto para algo más que remojar los pies.
Recorriendo la costa de Coromandel por la carretera 25
Acto seguido, continuamos la ruta por Coromandel hacia llegar el pueblo que le da su nombre a la península. Teníamos que hacer noche en Matamata, así que como que todavía nos quedaban unas cuantas horas de conducción (sí, fue un poco paliza el día, pero no me arrepiento para nada) decidimos continuar en dirección a nuestro bed and breakfast cerca de Hobbiton. Eso sí, bajamos por la pintoresca carretera 25 de la Península de Coromandel, que nos regaló un atardecer de postal mientras bordeábamos la dramática costa kiwi.
Ya de noche, llegamos al Bed and Breakfast Tudor Park Country Stay en Matamata.
Mapa de mi ruta en coche por la Península de Coromandel
Algunos apuntes sobre mi ruta en coche por la Península de Coromandel
- Si quieres disfrutar de la ruta, tómatela con calma y, si tienes tiempo, hazla en por lo menos dos días. Un día fue muy ajustado y no nos dio tiempo a ver todo lo que hubiéramos querido.
- Reserva un hotel a medio camino en la Península de Coromandel y aprovecha para hacer alguna ruta senderista larga.
- Déjate llevar por la carretera y el paisaje.
Si no te atreves a alquilar un coche en Nueva Zelanda, toma nota de estos consejos para conducir por la izquierda y verás que, en realidad, no es tan complicado.
Para hacer noche en la zona, échale un vistazo a estos hoteles en Coromandel.
6 comentarios en “Ruta en coche por la península de Coromandel, Nueva Zelanda”
Ese open steak sandwich, el primero de los que cayeron durante el viaje. Mi gran descubrimiento gastronomico.
Que guapo salgo, por cierto jajaja
Jajaja! Me gusta que te guste la foto que he elegido 😉
Y el mío! Estaban riquísimos
hola estoy por comenzar mi viaje x la peninsula de coromandel y me intereso tu blog, en donde dormiste en t
Tiatura?? tu primera noche donde la pasaron? saludos
Hola Jenny,
Tal y como cuento en el artículo, hicimos toda la ruta por Coromandel en un sólo día porque teníamos que dormir en Matamata. Me hubiera encantado pasar por lo menos una noche allí pero no fue el caso. Si volviera intentaría dormir en Whitianga o en la misma Coromandel.
¡Suerte en tu viaje!