Hay una frase muy típica que siempre le había oído a mi madre: «La cabra tira al monte» (o algo así) y yo debo de ser un poquito cabra, porque perderme (figurativamente hablando) por la montaña es una de mis mayores aficiones. Ha ido creciendo con los años, pero cuanto más voy, más me gusta… Y tengo la «suerte» de vivir cerca de varias pequeñas montañas o colinas que son ideales para explorar en cualquier época del año.
Una de mis rutas preferidas es la Ruta de les Fonts (Ruta de las Fuentes) que cada año se organiza en Montmeló y que permite descubrir algunos de los rincones más bonitos de la Serra de Sant Mateu (entre Montornès del Vallès y Martorelles). Se hace cada año a mediados de noviembre y vale mucho la pena.
Hay dos itinerarios: de 11 y de 17 kms que nos llevan por senderos de montaña hasta varias fuentes naturales y cimas que controlan la planicie de la comarca del Vallès Oriental.

El recorrido empieza junto a un centro cívico al lado del nacimiento del río Besós, fruto de la confluencia entre el Mogent y el Congost. Se cruza una pequeña pasarela para salvar las aguas y en un santiamén empezamos la ascensión a la montaña. En pocos metros se salva el principal desnivel de la ruta, de más de 100 metros de subida empinada que tienes que hacer en fila india. Y en nada llegamos a la Torre del Telégrafo de Montornès, una fortaleza del siglo XVIII que se comunicaba con otras parecidas usando el método de la telegrafía óptica.

Cayó en desuso a mediados del XIX y ahora se está restaurando para poder visitarla. En cualquier caso, la dejamos atrás y disfrutamos de unas vistas privilegiadas sobre toda la comarca en un día claro.

A partir de este momento empieza una zona muy bien señalizada conocida que sube y baja por la montaña hasta llegar al barrio de Can Girona, en Martorelles.





Dejamos atrás el quilómetro 4.6 del recorrido y nos acercamos poco a poco a la Font de la Mercè, el punto medio de la ruta y el lugar elegido para desayunar.

Protegidos por los árboles, con un manto de hojas secas cubriendo el suelo, el lugar es ideal. De la fuente mana agua limpia y fresca, perfecta para recuperar las fuerzas necesarias para emprender la vuelta por pequeños caminos entre árboles y arbustos, lejos del ruido de la civilización.

La vuelta se realiza por el Coll Mercader, desde donde empezamos a volver a ver en el horizonte la llanura del Vallès Oriental. Imitando su uso hace más de 200 años, la Torre del Telégrafo sirve de faro perfecto para orientarse para el descenso.
En resumen, una ruta perfecta para hacer en 3 horas cualquier día que haga bueno. Ideal para descubrir la diversidad natural que nos rodea, a pesar de lo industrializado y edificado de la comarca (cada vez que lo escribo no puedo dejar de pensar en Hobbits… pero todavía no he visto a ninguno).
Más información para hacer la Ruta de les Fonts en Montmeló
- Suele organizarse el segundo domingo de noviembre de cada año.
- Toda la información se cuelga en la página web del ayuntamiento de Montmeló un mes antes.
- Las inscripciones se pueden hacer online o presencialmente, pero el número de plazas es limitado (y vuelan!)
- La inscripción incluye los habituallamientos en cada punto de control y el desayuno.
Y si queréis saber más, siempre podéis llamar para informaros al 93 568 28 07 o mandar un correo electrónico a esports@montmelo.cat
Yo la hago cada año… ¿Os animáis a hacer la próxima?
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9 comentarios en “Ruta de les Fonts en Montmeló 2012”
Pues si que se ve bonita la ruta, a nosotros nos encanta hacer senderismo, y tenemos ganas de empezar hacer alguna ruta por la Península, así que nos la apuntamos 😉
Un abrazo!
Y esta está super cerca de Barcelona… Todavía me sorprende la variedad natural que hay cerca de la ciudad, lugares que han resistido al afán urbanístico y constructor y que son todo un pulmón verde.
Gracias por comentar!
Yo soy otra de esas cabras que tiran «pal monte». Me encantan las rutas de naturaleza. Un post muy chulo y buenas fotos, en especial la de Viñedos en Martorelles y la del madroño. Qué rico.. ummmm!!!
Abrazos.
Muchas gracias por comentar, Antonio! A mi también me encantan las rutas de naturaleza… De hecho, en un par de semanas tengo otra para subir a un castillo que está en la cima de una montaña. Ah! Y gracias por lo de las fotos! Creo que es muy importante cuidar el aspecto estético de los posts y las fotos son una manera muy buena de hacerlo… y así combino 3 pasiones: la montaña, la fotografía y escribir 😉
Los madroños estaban en su punto! Y fue una lástima que en las viñas no quedaba casi nada aprovechable…
Jo, qué chulo! Por la sierra de Madrid también hay un montón de rutas para hacer, pero soy muy poco «cabra» o demasiado urbanita, jajaja. Aunque puede ser un buen propósito de año nuevo: hacer senderismo!!
Un abrazo guapa!!
Jajaja… yo también era un poco así cuando era adolescente, pero luego la cabra que hay en mí (y que mis padres se dedicaron a alimentar cuando eramos pequeñas mi hermana y yo llevándonos a la montaña muchas veces) salió! Eso sí, de momento sólo hago rutas cortas, de medio día…
Preciosas las fotos. La verdad es que te encuentras con cada cosa cuando uno sale a pasear. Son cositas de lo más normal, pero ni te lo esperas!
Supongo que ahí recae la grandeza de ser un poco curioso… en que en cada lugar descubres algo precioso 😉
Feliz Navidad!