Después de visitar uno de los valles más bonitos del país, el mismo día, nos acercamos a uno de los castillos más encantados de Escocia: el Castillo de Glamis. Rodeado de leyendas y tocado por la historia, incluso Shakespeare ubicó en una de sus salas el asesinato del rey Duncan en la obra Macbeth. Otros van atraídos porque la fortaleza fue el hogar de la infancia de la Reina Madre. Aunque durante nuestra visita no vimos ni a la dama de gris ni al conde Beardie, condenado a jugar eternamente a las cartas con el Diablo, ni al a ninguno de los muchos otros fantasmas que supuestamente se aparecen allí (afortunadamente), la visita fue una gran experiencia. El lugar es espectacular, y el castillo aún más.

El Castillo de Glamis
Al final de una avenida flanqueada de árboles se alza, imponente, el castillo de Glamis. Más parecido a un chateau francés que a una fortaleza medieval, ha sido el hogar de los Condes de Strathmore desde 1372, año en que el rey Robert II de Escocia le concedió el castillo a Sir John Lyon, señor de Glamis, que estaba casado con su hija. Desde entonces la fortificación y sus tierras han estado vinculadas a la familia de los Bowes-Lyon, a la que pertenecía la madre de la actual reina de Inglaterra.
La imponente torre central, núcleo del castillo y fuente de leyendas y misterios, se reconstruyó a principios del siglo XV. Un par de siglos más tarde, en el XVII y el XVIII se hicieron algunas restauraciones y ampliaciones que le dieron su aspecto actual. Recorrer todo el camino hasta el parking cruzando parte de los terrenos es una experiencia… Me sentí como si fuera la dueña del castillo y volviera a casa después de una larga ausencia.


La entrada se hace desde la parte trasera y todas las visitas al castillo son guiadas, a la hora en punto. Está prohibido hacer fotografías, una práctica que me cuesta entender… porque el interior es de los mejores que he visto. Quizás porque el castillo sigue estando habitado y lo alquilan para eventos, el mobiliario, los tapices, los techos artesonados… todo está en perfecto estado y nos cuenta la historia de los condes de Strathmore a lo largo de 6 siglos.


Además de salas suntuosas, habitaciones lujosas y una capilla encantada por el fantasma de Lady Janet Douglas, la dama gris, quemada en la hoguera en 1540, tiene unos terrenos dignos de ser explorados con tiempo. Por las tierras de los Strathmore pastan vacas escocesas de varios tipos, inmunes a los turistas.
Hay torres de vigilancia que parece que se sorprendan de verte y relojes de sol con forma de leones (el león es el emblema de la familia Lyon) en una fuente…

… y senderos que se adentran en bosques frondosos con árboles centenarios donde se esconde un cementerio de mascotas para los corgis de la Reina Madre y las mascotas de la familia (incluido un conejillo de indias). Y que luego se convierten en Jardines Italianos que incluso escarchados son preciosos.

Y unas caballerizas transformadas en sala de exposiciones donde se pueden ver los modelitos de la Reina de Inglaterra y la historia de sus 60 años en el trono.

Además de una cocina victoriana reconvertida en restaurante en la que se come bien y a un buen precio… y donde tienen una selección de dulces para repetir.

Mitos y leyendas del castillo de Glamis
Además de la capilla de la Dama Gris, se cuenta que el fantasma de una mujer torturada y sin lengua y el de un joven esclavo negro se dejan ver, respectivamente, en los jardines y en la habitación de la Reina. Eso sí, el fantasma más famoso es el del Conde Beardie, un hombre cruel que se cuenta que está condenado a jugar hasta el fin de los días a las cartas con el Diablo, en una habitación secreta que, según dicen, está en oculta tras alguna pared de la cripta.

La mención de Shakespeare al castillo como lugar del asesinato del rey Duncan es errónea, porque este suceso pasó en el siglo XI y el castillo no se construyó hasta el XIV… Aún así, en la visita te enseñan el supuesto lugar del crimen.
Alrededor de la famosa habitación secreta se ha escrito mucho y circulan varias teorías: desde el horrible secreto monstruoso escondido allí hasta los cadáveres de los enemigos del Conde, enterrados en vida… Lo que sí es cierto es que desde fuera se ven más ventanas que las que hay en el interior… Un misterio por resolver 😉 Porque todo buen castillo escocés que se precie, necesita fantasmas para ser más auténtico. Eso sí, a mi que no me esperen durmiendo sola en uno.
INFORMACIÓN PRÁCTICA para visitar el Castillo de Glamis
Horarios del Castillo de Glamis
Abierto del 29 de marzo al 31 de diciembre
- Marzo-Octubre: 10h – 18h (última admisión a las 16.30h)
- Noviembre-Diciembre: 10.30h – 16.30 (última entrada a las 15h). Durante estos meses los jardines, terrenos, restaurante y la tienda tienen la entrada gratis.
Precio
- Adulto: £10.00
- Estudiantes/Jubilados: £9.25
- Niños (5 – 16 años): £7.50
- Familias (2 adultos + 3 niños): £28.00
Hay entradas combinadas con otras atracciones de la zona como el Castillo de Blair, el Palacio de Scone o el RSS Discovery en Dundee que os saldrán a cuenta si pasáis varios días en la zona y queréis explorarla mejor.
Más información en la página web oficial del Castillo de Glamis.
¿Cómo llegar al Castillo de Glamis?
- En coche: sin dudarlo, la mejor manera de llegar. El castillo de Glamis está en la A94, a 6 millas de Forfar, a 12 de Dundee, 25 de Perth y 68 de Edimburgo.
- En transporte público: desde Dundee (bus 20 o 20c de Stagecoach hasta Forfar, y allí el bus local de JP Coaches hasta el castillo)
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18 comentarios en “Leyendas reales en el castillo de Glamis en Escocia”
Uy qué castillo más molón!! Lo de las ventanas me intriga!! Un beso guapa!
@Marta: y a mi!!! Estuve un buen rato contándolas y sí, hay más desde fuera… raro raro… Pero bueno, en los castillos medievales no era tan extraño eso de sellar habitaciones por motivos escabrosos.
Un abrazo
Precioso castillo, y si que es cierto que parece mas de estilo francés que loque imaginamos como castillo fortaleza medievales escocesas!!
Un abrazo!
Lo que me sorprende es que con tanto fantasma suelto, la familia siga viviendo ahí… Yo ya hubiera emigrado a un castillo algo menos encantado! 😉
Mil gracias por estar ahí!
Un altre lloc que ens va quedar pendent a Escòcia… I això de no fer fotos a dins és una cosa que no entendrem mai. I més si ells les tenen a la web. Podem entendre que no et deixin plantar-hi el trípode, però al final qui més hi perd són ells perquè no pots ensenyar res de dins. En fi…
Mai entendré la prohibició de fer fotos… I més en el temps del social media. Una foto que jo faci, compartida al moment o més tard, pot incitar algú a venir a veure el castell o el monument… Les que tenien penjades a la web no recullen les sales decorades pel Nadal com les vaig veure. En fi… algún dia això ha de canviar
Impressionant!!!! una passada… et deu transportar a l’època… i aquests brioixos…. tenen una punta!
El castell és una passada, i molt autèntic… A l’estiu els jardins deuen estar preciosos. I els scones són una del·lícia 😉
Gràcies per comentar, bonica!
La verdad es que imponente y esos pastelitos de mermelada y nata……ñam ñam!!
Dan hambre, verdad???? MMm… buenísimos!!! Y perfectos para recuperar fuerzas antes de empezar a explorar… La verdad es que la cocina del castillo era una preciosidad!
The castle and its grounds are really beautiful and the legends are intriguing, though spooky (someone playing cards with the devil in a hidden room!). And you’re right, those guard towers seem surprised and comical, hehe.
Hi Tita! glad you like them… I know, some of the legends were a bit more disturbing, but they weren’t so closely related to the building itself, so I left them out… But apparently that place is way too haunted!
xx
Me ha gustado mucho este castillo, sobre todo porque el interior está amueblado y te haces mejor a la idea de como vivían en aquella época. Por cierto, me encantan los scones con clotted cream y mermelada! :9
El castillo está genial y supongo que se debe a que viven allí todavía… Quizás por eso sólo te enseñan algunas de las habitaciones 😉 Pero la verdad es que han sabido conservarlo con mucho gusto: los suelos irregulares, las puertas pequeñas, las paredes forradas de madera y tapices..
Y yo también soy una grandísima fan de los scones!
Un lugar perfecto para vivir! jejeje
@Maria: Si no fuera por tanto fantasmilla, yo me mudaba allí ya mismo! 😉
me encantaría conocerlo y saber más de historia familiar
Seguro que el día que vayas te encanta! 😉