Hay dos cosas que me chiflan… más bien tres (sin contar Escocia): el senderismo, la Garrotxa y todo lo que esté ligeramente relacionado con el Imperio Romano. Así que en cuanto me enteré de que la Garrotxa ocultaba un tramo de vía romana bien conservado y de que se podía andar por ella no cejé en el empeño de visitarla. Aprovechando que estaba de vuelta en Cataluña unos días y que tenía a un amigo historiador de visita, la ocasión era perfecta. Así que, ¿para qué desaprovecharla?
¿Qué es la Vía Romana del Capsacosta?
Situada entre los pueblos de Sant Pau de Segúries y Sant Salvador de Bianya, en una zona del Prepirineo en la frontera entre Ripoll y Olot, la Vía Romana del Capsacosta era conocida por los romanos como Via Annia y servía como vía de comunicación con el Empordà. Esta calzada romana congelada en el tiempo surgió como una rama secundaria de la Vía Augusta para enlazar Figueres con la Via Domitia, ya en la Galia, a través del Valle de Bianya, por encima de Capsacosta y el Coll d’Ares. El excelente trabajo de ingeniería de los romanos se mantuvo a lo largo de los siglos y la vía romana del Capsacosta se convirtió primero en el Camino Real para luego evolucionar en camino de posta. En 1927 la construcción de la carretera C-153 la condenó al olvido.
El hecho de que este tramo de la vía Annia a su paso por la Garrotxa esté tan bien conservado a lo largo de tantos kilómetros lo convierte en un lugar único y de un valor excepcional. Es uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes de Cataluña y también uno de los menos conocidos, algo que seguramente le viene bien porque se trata de un entorno frágil que debemos proteger si queremos que se conserve para las generaciones futuras.
Senderismo en la Vía Romana del Capsacosta
Esta ruta senderista tan bonita por la Garrotxa no es circular, así que elige bien dónde vas a dejar el coche porque lo más posible es que tengas que hacerla de ida, y de vuelta. En mi caso, elegimos empezar en Sant Salvador de Bianya y hacerla de subida. Así la vuelta, ya cansados, la haríamos de bajada.
En un día de sol súper cálido para finales de diciembre, nos pusimos en marcha desde el Pas dels Traginers para seguir los pasos de los legionarios, comerciantes y ciudadanos romanos que le insuflaron vida durante siglos. La ruta senderista por la Vía Romana del Capsacosta empieza adentrándose en el bosque, donde se ven pocos restos de la calzada original, pese a que seguimos su trazado. Hasta que empieza una ascensión más o menos suave, una vez dejas atrás Cal Ferrer i els Hostalets. El estado de la vía es excelente, y más si tenemos en cuenta que tiene más de 2.000 años.
Pero la parte más espectacular llega un poco más arriba, cuando la vía romana del Capsacosta empieza a serpentear. Es aquí donde es posible admirar en toda su gloria el gran trabajo que hicieron los ingenieros romanos al construir esta calzada. Con una pendiente de entre el 10 y el 20 por ciento, los constructores levantaron el camino en zigzag. Todavía hoy, a pesar de la fuerza de la naturaleza, superamos estos tramos rectos y cortos construidos sobre plataformas sólidas con muros de contención realizados con enormes piedras sin usar ningún tipo de argamasa. Es espectacular verlos ahí, en especial los guardarruedas de 2 metros de largo por 75 cm de ancho, cuya forma estaba pensada para que en las curvas cerradas los carros pudieran apoyar todo su peso en la parte exterior de las plataformas. Si te fijas, incluso verás las roderas para que las ruedas de los carros pudieran pasar por la vía romana sin caerse al precipicio. El desgaste de 20 siglos es más que visible. Y a mí estas cosas me emocionan. No sé muy bien por qué, desde pequeña he sido capaz de ver mucho más allá de las “piedras”. Para mí es fácil imaginar el trajín del día a día, el esfuerzo de la marcha sobre esta calzada, la atención al detalle de los que la construyeron y quizás ni se imaginaron que todavía hoy habría quien seguiría sus pasos.
La parte en la que la vía romana del Capsacosta serpentea montaña arriba es la mejor conservada. Es posible incluso ver las cunetas de 40cm de anchura que conducían el agua de la lluvia hasta las curvas, por donde se derramaba por el lado de la montaña. En cada tramo hay una y todavía se pueden ver dos desagües que pasan por debajo de la Via Annia para evacuar las aguas donde el tramo es muy largo. ¿No es sencillamente increíble que algo tan antiguo siga estando en tan buen estado?
Como curiosidad, en un lugar de la vía, donde el bosque es algo más frondoso, encontrarás las ruinas de varios edificios. Se trata de Can Sargantana (“la casa de la lagartija”, en castellano), un antiguo hostal hoy derruido que en los días de uso de la vía romana como camino de posta albergó a más de un viajero.
El punto más alto de la ruta senderista por la Vía del Capsacosta es el Collet del Capsacosta, con unas vistas espectaculares de la comarca. Luego se inicia un pequeño descenso hasta Sant Pau Vell. Una vez llegues, sólo tendrás que dar la vuelta y desandar tus pasos. O eso o conseguir que alguien te lleve de vuelta al Pas dels Traginers. Yo y mi amigo andamos, aprovechando que hacía súper buen día y que nunca está de más hacer algo de ejercicio al aire libre. Una experiencia de 10 para amantes de la historia y del senderismo.
Consejos para andar por la Vía Romana del Capsacosta en la Garrotxa
- Lleva por lo menos 1 litro de agua por persona, si puedes más. No hay ninguna fuente en todo el tramo.
- Lleva calzado cómodo y ropa apropiada para hacer senderismo. No te olvides de una chaqueta impermeable y cortavientos.
- Pon en la mochila comida para hacer un picnic a mitad del camino. Comer sentado sobre piedras milenarias y admirando uno de los paisajes más bonitos de Cataluña no tiene precio.
- No te olvides de la cámara de fotos.
Como curiosidad, sólo hay dos caminos parecidos en Cataluña:
- el Coll de Parpers, un tramo de la vía Sergia, que unía Caldes de Montbui y la Vía Augusta con la vía de la costa por Mataró. Este también lo he hecho, así que pronto os cuento qué tal.
- la ruta que comunicaba la Vía Augusta con el camino de Empuries, cerca de los municipios de Gaüses, Rupià y Corsà.
Mapa de la ruta senderista por la Vía Romana del Capsacosta
Información práctica sobre la Ruta Senderista por la Vía Romana del Capsacosta
- Longitud: 6.8 kilómetros (sólo ida)
- Dificultad: fácil (y está muy bien señalizada)
- Tiempo: 2 horas y 30 minutos
- Altura máxima: 986 metros (Collet Capsacosta)
- Altura mínima: 412 metros (Pas dels Traginers)
- Desnivel acumulado de subida: 574 metros
- Desnivel acumulado de bajada: 104 metros.
- Ruta completa en Wikiloc: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4696206
Más cosas que hacer en la Garrotxa
La comarca de la Garrotxa es uno de los rincones más bonitos de Cataluña. Con sus volcanes extintos, sus hayedos infinitos, sus pueblos medievales y su excelente gastronomía, visitarla es adentrarse en un lugar congelado en el tiempo donde naturaleza e historia se dan la mano. La he visitado en un montón de ocasiones y siempre consigue sorprenderme. Así que aquí van algunas ideas más para que aproveches tu visita a la Garrotxa:
- Subir en un globo aerostático para ver los volcanes desde las alturas
- Dar un paseo por Santa Pau, el pueblo con más encanto de la Garrotxa
- Adentrarte en el verde infinito de la Fageda d’en Jordà
- Hacer senderismo entre volcanes
- Pasar unos días de relajación en la casa rural Mas Can Batlle
- Perderte en Castellfollit de la Roca, un pueblo sobre un barranco de basalto
- Hacer la ruta senderista de las Tres Coladas de lava en Sant Joan Les Fonts
¿Te animas a recorrer la Vía Romana del Capsacosta? Pues ponte las botas y disfrútalo
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