Con sus colinas y montañas llenas de viñedos que desafían a la gravedad, su patrimonio histórico, una gastronomía incomparable y sus pueblos monísimos, la comarca del Priorat es uno de mis lugares favoritos en Cataluña. Por muchos motivos, pero como hay que concretar, si me dejas, te voy a contar cuáles son los 15 mejores lugares que ver en el Priorat y algunas de las mejores cosas que hacer por estos lares. ¿Vienes?
Me gusta el Priorat porque aquí se respira paz, porque la comida está riquísima, porque la gente es amable, porque los paisajes me cortan el aliento y porque sus vinos son de los mejores tintos que probarás en tu vida. Pero también me gusta porque tanto mi abuelo catalán (que durante algún tiempo se dedicó a hacer vino) como mi bisabuelo adoraban esta tierra. Hay quien busca paz en las carreteras de la Toscana… Yo prefiero perderme en el Priorat.

Fue mi abuelo quien compartió su amor por los caldos del Priorat. Y parte de la historia de mi familia hunde sus raíces en Falset, durante la Guerra Civil Española, cuando mi bisabuelo fue jefe de estación algún tiempo en el pueblo. Siempre me he preguntado cómo debía ser el lugar cuando él lo conoció por primera vez, las cosas que debió ver y vivir… Quizás por eso, cuando vuelvo al Priorat me siento como en casa, como si él estuviera ahí, viéndome. Llámame romántica, pero me gusta pensar que, donde sea que está, cuando piso el Priorat, su pecho se llena de orgullo porque su nieta ha sabido ver en esta tierra lo mismo que vio él.
Pero voy a dejar ya de enrollarme. Y voy a ir al grano. Estas son mis 15 mejores cosas que ver en el Priorat.
Pueblos bonitos en el Priorat
1. Siurana
Encaramado en lo alto de un risco, con vistas a un pantano de aguas turquesas y rodeado por un entorno de lo más dramático, el pueblecito de Siurana es uno de los mejores lugares que visitar en el Priorat… por no decir que es uno de los pueblos más bonitos de Cataluña y de España. Y no, no exagero.
Siurana está asentada sobre una roca enorme de piedra caliza y ofrece una panorámica más que envidiable. Es un lugar romántico a más no poder, y también muy tranquilo, a pesar de lo turístico que a veces puede ser. Aquí se llega por una carretera que serpentea entre formaciones naturales. Al llegar a la cima, verás la iglesia románica de Santa María, los restos del castillo del walí Almira Alemoni que atestigua que éste fue el último reino taifa en ser reconquistado de toda Cataluña, en 1153. Pasea por sus calles solitarias, mira las flores y espera al atardecer en uno de sus miradores. Es algo que no olvidarás nunca.
2. Cornudella de Montsant
El pueblecito de Cornudella de Montsant está a los pies de la sierra de Montsant y las montañas de Prades, muy cerca del embalse de Siurana y a pocos kilómetros de la pintoresca villa de Siurana. Su iglesia es renacentista y tiene dos campanarios, conserva algunas casas de los siglos XVI y XVIII y es un buen lugar para empaparse del encanto de esta tierra. Dedícale un rato y descubrirás por qué es uno de mis lugares favoritos que ver en el Priorat.
3. Falset
Falset es la capital del Priorat y, como tal, es la ciudad más grande de la comarca, su punto neurálgico. Mi bisabuelo, que era jefe de estación, estuvo apostado aquí algún tiempo y, por lo que me han contado (no llegué a conocerle ya que murió antes de que yo naciera) siempre hablaba maravillas de los vinos de la tierra.
A pesar de que puedas pensar que Falset es un lugar de paso, no lo es. Tómate algo de tiempo y descubre los restos de su castillo y de la antigua capilla románica, junto con lo que se conserva de la antigua muralla en el portal del Bou. La plaza porticada de la Quartera es el punto neurálgico, sede del ayuntamiento. Y muy cerca está la iglesia de Santa María, de estilo neoclásico. No te pierdas tampoco la bodega modernista de la cooperativa de Falset Marçà, una de las “Catedrales del Vino” que el arquitecto César Martinell construyó.

4. La Morera de Montsant
Muy cerca de la imponente Cartuja de Escaladei está el diminuto pueblo de La Morera de Montsant. A pesar de que casi no queda nada del antiguo castillo, este sigue siendo uno de los rincones más bonitos del Priorat, aunque sea porque el tiempo parece haberse congelado.
5. Cartuja de Escaladei
Página web oficial – Rambla de la Cartoixa s/n, 43379 La Morera de Montsant – Precio 3,50€
Otro de mis lugares favoritos que ver en el Priorat es la Cartuja de Escaladei. Todavía recuerdo el día que llevamos a mi avi (“abuelo” en catalán) allí y cómo se emocionó. Él también adoraba esta ruina preciosa a los pies de la Sierra del Montsant. ¿Quién podría no hacerlo?
El monasterio cartujo de Escaladei (o Scala Dei) fue fundado en el siglo XII y está considerado la primera cartuja de toda la Península Ibérica. Después de siglos de esplendor, la desamortización de 1835 puso fin a su gloria y significó el inicio de su decadencia. Hoy la están restaurando en parte y pasear entre sus celdas y restos es toda una experiencia en la que la paz te embargará. La combinación de naturaleza e historia es sencillamente irresistible.


Turismo enológico en el Priorat
Cualquier amante del vino hará bien en venir a hacer enoturismo al Priorat. Créeme, dudo que te arrepientas. Esta pequeña comarca tiene en su territorio 2 denominaciones de origen: D.O. Montsant y D.O. Priorat y ambas producen excelentes vinos, en especial tintos. Quizás sea la tierra dura y escarpada la que da lugar a unos caldos tan apreciados en todo el mundo. O a lo mejor el culpable de la excelente calidad de los vinos del Priorat sea el cariño, el amor y la luz con la que los locales crean vinos de garnacha y cariñena. Así que ya lo sabes, disfrutar del enoturismo es una de las mejores cosas que hacer en el Priorat.

6. Catedrales del vino
“Catedrales del vino” es el nombre que se le ha dado a las bodegas modernistas que se construyeron a principios del siglo XX en Cataluña. Al ser tierra de vinos, en el Priorat hay dos: el Celler Cooperatiu de Cornudella y el Celler Cooperatiu de Falset, que es la bodega de la Cooperativa Falset-Marçà. Ambas fueron construidas siguiendo los planos e indicaciones del arquitecto modernista Cèsar Martinell, a principios del siglo XX, y siguen plenamente operativas.
Visitar una “catedral del vino” es poner un pie en el lugar donde se hace magia y se crean algunos de los vinos D.O. Montsant más deliciosos. Es increíble cómo un lugar tan hermoso puede ser, a la vez, tan funcional.

7. Catas de vino en el Priorat
Y ya que hablamos de vino y de visitar bodegas, una de las mejores cosas que hacer en el Priorat es ir de catas de vino. Entre paisaje y paisaje, degustar algunos de los mejores vinos del mercado es todo un placer. ¿No sabes por dónde empezar? Pues estas son tres de las bodegas que yo he visitado y que te puedo recomendar:
Celler Mas Blanc-Pinord
Página web oficial – Ctra. De Falset-Bellmunt del Priorat, Km. 3, Falset 43730
Situado a las afueras de Falset, entre viñedos plantados en terrazas en la ladera de una montaña, la bodega Mas Blanc-Pinord es una excelente introducción al enoturismo en el Priorat. Podrás pasear entre las viñas, admirar los racimos madurando al sol y catar vinos tan ricos como Clos del Músic.


Cellers Scaladei
Página web oficial – Rambla Cartoixa s/n, 43379 Escaladei
Las raíces del enoturismo en el Priorat se remontan a los orígenes de la cartuja de Escaladei. Por aquel entonces, hace casi mil años, los monjes cartujos ya elaboraban vinos de gran fama. Hoy, en espacios llenos de historia se mantiene la tradición y se producen caldos como Les 3 Creus o La Creu Negra, dos tintos espectaculares.


Cooperativa de Falset-Marçà
Pàgina web oficial – c/ Miquel Barceló, 31. 43730 Falset.
En el mismísimo núcleo de Falset encontramos una de las Catedrales del Vino. La cooperativa de Falset-Marçà elabora vinos bajo el amparo de la D.O. Montsant tan buenos como la gama de Ètim. Además, hacen visitas teatralizadas en las que, además de contarte sobre sus vinos, podrás explorar de cerca la magnífica bodega que diseñó el arquitecto modernista Cèsar Martinell. Un consejo: si te gustan los vinos dulces o el vermut, llévate uno de los de la casa. ¡No te arrepentirás!

Naturaleza e historia
8. Sierra del Montsant
La Sierra del Montsant es omnipresente en cualquier visita al Priorat. Sus formaciones rocosas, sus acantilados y el verde de la vegetación te llenarán los ojos de imágenes imborrables. Te aconsejo que vengas con unas buenas botas de montaña y que aproveches para hacer alguna de las muchas rutas senderistas que hay en la zona. Si combinas naturaleza con historia ya la combinación no podría ser mejor y tu escapada al Priorat será redonda.
9. Museo de las Minas de Bellmunt
Página web oficial – Carretera de la Mina s/n, 43738 Bellmunt del Priorat
La comarca del Priorat tiene un patrimonio histórico de lo más interesante. Así que si quieres hacer algo más en el Priorat que disfrutar del enoturismo, visitar pueblos bonitos o perderte entre ruinas románticas te recomiendo que te pases por el Museo de las Minas de Bellmunt del Priorat. Este espacio, inaugurado en 2002, está en el antiguo complejo de la mina Eugènia y es un centro de interpretación de la minería del plomo en la región. No está abierto todos los días, pero si te lo encuentras abierto, no te lo pierdas.

10. Patrimonio histórico de la Guerra Civil
Por su cercanía con el frente de la Batalla del Ebro y su ubicación estratégica, el Priorat fue un lugar clave durante la Guerra Civil, en especial para el bando republicano. En sus montañas se situaron puestos de mando y soldados. En sus sierras se entrenaron los soldados. Y en algunas de sus cuevas se improvisaron hospitales de campaña en los que la historia ha quedado anclada en el tiempo.
La Guerra Civil española sigue siendo un tema algo controvertido pero yo soy de la opinión de que conocer la historia nos enriquece y nos ayuda a no cometer los mismos errores. Por eso, durante mi última visita al Priorat aproveché para descubrir de cerca dos de los lugares de esta comarca que están más marcados por este conflicto que desangró al país y culminó con varias década de dictadura fascista bajo el mandato de Franco.
Hospital Cueva de Santa Lucía en La Bisbal de Falset
A las afueras del pueblo de la Bisbal de Falset, en un llano está la Cueva-Ermita de Santa Llúcia. Este enorme abrigo de roca conglomerada protege una fuente de agua potable que, cuenta la leyenda, cura los males de al vista y cuya patrona es Santa Lucía. El lugar ha estado en uso desde el Paleolítico y es un lugar popular para la población local, que celebra aplecs de sardanas, misas y desayunos populares.
Pero la Cueva de Santa Llúcia también es conocida porque tras el estallido de la Guerra Civil en 1936 fue habilitada como hospital de campaña de las tropas republicanas en 1938, unos días antes del inicio de la Batalla del Ebro. Aquí hubo un día 80 camas, un quirófano, un depósito de medicamentos y algunas infraestructuras más. Este lugar que visitar en el Priorat vio pasar bajo su abrigo a soldados, prisioneros de guerra, vecinos de los pueblos bombardeados y voluntarios de las brigadas internacionales que se dejaron la vida por defender los valores democráticos. Imposible visitarlo y no salir con el corazón en un puño.


Observatorio de la Mola de Sant Pau
Tanto si vas en busca de buenas vistas de los paisajes del Priorat como si te interesa saber más sobre la Guerra Civil y la Batalla del Ebro, el Observatorio de la Mola de Sant Pau es perfecto. Al noroeste del pueblo de la Figuera, sobre una colina, encontrarás una pequeña ermita que rinde homenaje a la virgen de la Mola.
500 metros al este, en dirección a la punta de la montaña, podrás visitar como yo el sitio de comandancia del ejército republicano durante una de las batallas más cruentas del conflicto. Durante los primeros meses de 1938 el General Vicente Rojo, jefe del Estado Mayor del Ejército Republicano, se apostó aquí para planificar la ofensiva.
Apóyate en las barandillas y divisarás hasta 40 kilómetros del río Ebro. Además, aquí verás una trinchera reforzada con cemento desde la cual el mando del ejército republicano divisaba los campos de batalla.
Puede que no te interese en especial la historia, pero si visitas el Priorat y quieres mi opinión honesta no deberías perderte el Observatorio de la Batalla del Ebro.


Qué ver cerca del Priorat
11. Prades
Muy cerca del Priorat, en el Baix Camp, la villa de Prades bien vale una escapada. Este pueblo lleno de fuentes tiene los restos de un castillo construido en piedra arenisca roja, restos de sus antiguas murallas medievales con sus portales, una cruz de término del siglo XIII y una plaza porticada maravillosa con una fuente y una iglesia de estilo renacentista. Si tienes tiempo, siéntate un rato en una terracita y disfruta del momento.


12. Monasterio de Santa María de Poblet
Página web oficial – Plaza de la Corona de Aragón 11, 43448 Poblet
A pesar de que no está en la comarca, el monasterio de Santa María de Poblet sí que está lo suficientemente cerca como para que aproveches tu escapada al Priorat para visitar este lugar Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y que también forma parte de la maravillosa Ruta del Cister en Cataluña. Se puede visitar durante todo el año y la entrada más económica cuesta 7’50€ (sin guía).
Esta maravilla del arte medieval que fue panteón real de la Corona de Aragón desde finales del siglo XIV hasta el siglo XV es un lugar sobrecogedor. La calma y la paz que reinan en el ambiente lo han convertido en uno de los rincones con más encanto de Cataluña y, lo mejor de todo es lo tranquilo que es. No me extraña anda que la comunidad monástica que lo habita y lo trabaja desde el siglo XII (con una pausa a finales del siglo XIX) disfrute de tanta harmonía.
Dónde dormir en el Priorat
El Priorat, con sus aires rurales, sus pueblos encaramados sobre colinas y sus paisajes de película es perfecto para una escapada de un fin de semana o para unas vacaciones tranquilas (y con buen vino, por supuesto). Para eso nada mejor que alojarte en el Priorat en alguna de las muchísimas casas rurales con encanto que abundan por la zona. Pero si quieres un servicio de 10, una propuesta gastronómica más que excelente y una carta de vinos eterna, entonces en el Priorat tienes que alojarte en el Hotel-Hostal Sport de Falset.
Hotel-Hostal Sport
Página web – c/ Miquel Barceló 4-6, 43730 Falset
Ya te conté una vez lo mucho que me gusta alojarme en el Hotel-Hostal Sport en Falset, hace ya algún tiempo. Este hotel familiar con 28 habitaciones situado en el corazón de la capital del Priorat es perfecto. Quizás no tenga grandes lujos, pero lo suple (con creces) con un ambiente increíble, habitaciones llenas de encanto, un jardín donde se siente la magia y, por supuesto, un restaurante que es la verdadera joya de la corona.


Haz como yo y reserva una habitación. Y ni se te ocurra irte sin cenar o comer allí, y todavía menos sin probar sus famosos “desayunos de tenedor”. Este establecimiento es toda una institución que ha regentado la misma familia durante décadas y al que acuden locales y visitantes en busca de gastronomía local, de proximidad y de temporada. Los postres son artesanos y cualquier ágape está regado con algunos de los mejores vinos y cavas del país.


Tienen un menú de vendimia durante los meses de septiembre y octubre que, por 25€ por persona incluye primero, segundo y postres a escoger, además de pan, vino y agua. La habitación doble es puede reservar a partir de 95€ y están abiertos los 365 días del año.
Por cierto, si vas corto de ideas, en el Hotel-Hostal Sport te asesorarán encantados sobre las mejores rutas por el Priorat, así como las mejores bodegas para vivir la vendimia.
Dónde comer en Priorat: Hostal Sport Priorat
Con algunos de los mejores vinos del planeta en su cartera, es normal que en el Priorat se coma genial. Vayas donde vayas, los productos de la tierra tienen un sabor increíble y están cocinados con mucho cariño. Atrévete a degustar cocina tradicional catalana y, si pasas por Falset, ve a comer al Hotel-Hostal Sport. Como te comentaba arriba, tienen menús de temporada, una carta excelente y muchísimos vinos. Y saben lo que hacen, así que si tienes dudas, déjate aconsejar. Si todavía no entiendes por qué deberías comer en el Priorat, échale un vistazo a las fotos y empieza a salivar.
Dónde está el Priorat
El Priorat, con sus 498.6 kilómetros cuadrados y sus 24 municipios es una comarca catalana entre el Camp de Tarragona y las Tierras del Ebro, con frontera con el Baix Camp, la Ribera de l’Ebre, Les Garrigues y la Conca de Barberà. La capital del Priorat, Falset, está a 139 kilómetros de Barcelona y a algo más de 41 kilómetros de Tarragona.
Por cierto, por si tenías curiosidad, esta comarca de Cataluña le debe su nombre al Priorato cartujano de Escaladei, que le dio fama a lo largo de los siglos.
Cómo llegar al Priorat
A pesar de su orografía de colinas, montañas y el valle profundo de la cuenca del Siurana, la comarca del Priorat es fácilmente accesible tanto desde Barcelona como desde Tarragona. Llegar al Priorat en coche es la mejor manera de hacerlo, y también la más rápida porque, los trenes de RENFE no son los más rápidos (ni fiables) del mundo.
Desde Barcelona se tarda 1h 45m en llegar al Priorat en coche, mientras que en tren el trayecto es de algo más de 2h 30m. Desde Tarragona tardarás sólo 37 minutos en coche en llegar al Priorat, un trayecto que en tren te hubiera costado 1h 22m.
O también puedes echarle un ojo a las mejores escapadas desde Barcelona, por si necesitas más ideas.

Cómo moverte por el Priorat
La mejor manera de moverte por el Priorat es en coche. Así podrás disfrutar de sus paisajes, sus viñedos y sus pueblos con encanto con total tranquilidad y libertad. Las carreteras son sinuosas, el entorno invita a la tranquilidad y hay infinidad de pequeñas localidades monísimas en las que parar a tomar un respiro.
Pero si quieres acercarte en transporte público, el tren desde Barcelona, Tarragona o Reus para en la estación de Marçà-Falset, la misma en la que mi bisabuelo estuvo trabajando de jefe de estación durante la Guerra Civil.
¿Cuándo viajar al Priorat?
Cualquier época del año es buena para viajar al Priorat. Los veranos son cálidos pero por la noche puede refrescar algo y es un buen momento para hacer turismo cultural. A finales del verano y en otoño es la temporada de la vendimia, así que si te gusta el vino, no te lo pierdas. Además, los colores del otoño son espectaculares por aquí. En invierno baja el turismo y es ideal para hacer senderismo. Mientras que la primavera, con sus temperaturas suaves y sus días que se alargan es perfecta para hacer todo tipo de rutas.
¿Ves? Lo que te decía, cualquier época del año es buena para visitar el Priorat.
Las 16 mejores cosas que ver en el Priorat
Tienes mucha más información en la página web oficial de Turisme Priorat.
¿Has podido visitar el Priorat? Deja un comentario y cuéntame cuál es tu lugar favorito.
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3 comentarios en “15 excusas perfectas para que te pierdas en el Priorat”
A mi me gusta mucho la Vilella Baixa.
Tomo nota, porque la la última vez que estuve no me dio tiempo a pasarme 😉 Así que anotado queda la Vilella Baixa.
¡Gracias!
Ya me he paseado por el priorat, algunos sitios los conozco, y otros visto lo visto tomo nota para la proxíma vez.