Si me preguntas cuál es el lugar más bonito que ver en la Isla de Bute y mi favorito la respuesta es, sin lugar a dudas, Mount Stuart. Esta mansión victoriana con vistas al estuario del río Clyde es un palacio de estilo neogótico único en el mundo.
Adentrarse en su interior es viajar a un tiempo en el que la estética, la artesanía y el amor por los detalles y la simbología se valoraban. Trasladarte a un momento en el que no se dejaba nada al azar. Y también cruzar el umbral del que fue el hogar de los marqueses de Bute para descubrir parte de la historia de la isla de Bute y de una familia ligada íntimamente a ella. ¿Me acompañas a visitarla?

Mis motivos para visitar Mount Stuart
Además de porque me fascina la arquitectura del siglo XIX, me hacía muchísima ilusión visitar Mount Stuart porque un miembro de mi familia en España tiene un pequeño vínculo con el hogar ancestral de los marqueses de Bute. Mi tía abuela Miguelina, que ya tiene más de 80 años, trabajó en su juventud como la niñera de los cuatro hijos de Lady Ione Mary Stuart Walker, baronesa y nieta del cuarto Marqués de Bute.
Siempre que he pasado por su casa en el campo de Gibraltar me ha contado historias de sus días como nanny de baronesa. Los viajes que hacía con sus hijos. Las vacaciones en ´la isla de Escocia’ que resultó ser Bute. Su estancia en ‘el castillo’, que es como ella llama a Mount Stuart. Las anécdotas vividas entre estas paredes y los recuerdos que se quedaron grabados a fuego en su retina de muchos años de servicio siendo casi una más de la familia.

Quise pisar los mismos suelos que ella pisó. Sentarme en la capilla italiana a contemplar el techo. Salir a los jardines y oír el eco de las risas de los niños. Quise sentir la presencia de mi tía en este lugar tan lejos de su Guadacorte natal y, a la vez, mandarle unas fotos para que ella pudiera volver a ver ese lugar aunque fuera sólo a través de la tecnología.
Mount Stuart: una historia fascinante
Aunque no lo parezca, el Mount Stuart que ves hoy no es el primero que se levanta en este lugar de la isla de Bute. Allá por 1716 el segundo conde de Bute empezó a planear la construcción de una gran casa señorial para su familia. Las obras acabaron en 1719 pero en 1877 un incendio arrasó el bloque central. Hoy, del edificio neogótico blanco sólo quedan un par de alas todavía visibles.

El tercer marqués de Bute, que era un gran amante del arte y la arquitectura, aprovechó la destrucción para levantar una casa más grande, más bonita y que encajaba al 100% con sus intereses, gustos y aficiones. Como un ave fénix que renace de sus cenizas, Mount Stuart se alza con elegancia y sorprende a todo el que la visita.
Las obras de Mount Stuart empezaron en 1879 y finalizaron en 1900. Buena parte de su diseño se debe a la imaginación y las ideas de John Crichton-Stuart, tercer marqués de Bute. Pero también al ingenio del arquitecto Robert Rowand Anderson – el mismo que construyó la National Portrait Gallery de Escocia en Edimburgo – , que se encargó de las obras y contrató a los mejores artesanos que había en Reino Unido en la época para que decoraran esta edificio que es más un palacio que una casa.


La familia Crichton-Stuart vivió en Mount Stuart hasta 1993, cuando decidieron abrir la casa al público de manera permanente y mudarse a otra residencia en el oeste de la isla de Bute. Desde 1989 Mount Stuart la gestiona el Mount Stuart Trust, una organización benéfica que tiene por finalidad mantenerla y cuidarla para que la ciudadanía pueda disfrutar de ella. Ya no es un hogar familiar, pero sigue manteniendo un aire muy cálido.

Arquitectura de Mount Stuart: la magia está en los detalles
De estilo neogótico, Mount Stuart es un edificio protegido de categoría A (la más alta en Reino Unido). Creo que no me equivoco si digo que ni en una vida sería posible captar cada uno de sus detalles.
Exteriores
El exterior de Mount Stuart es una maravilla de piedra caliza roja de esa que abunda en la costa oeste de Escocia y con la que se construyen los tenements de Glasgow. De estilo neogótico, destacan los arcos decorativos, las ventanas intricadas, los grabados tallados en la piedra, las esculturas y las torres majestuosas. Si te fijas bien, en el este de la casa hay unos detalles de mosaico inspirados por la catedral de San Vladimir, en Kíev, que el marqués vio en uno de sus viajes.



Interiores
Si por fuera es bonito, Mount Stuart todavía lo es más en interiores. Es aquí donde los diseños están inspirados por la mitología, el arte, la astrología y los viajes del tercer marqués de Bute. Destaca todo por la increíble calidad del contenido, simbología y detalles que hay por todas partes como unas ardillas de madera talladas en loa paneles del comedor, el maravilloso espejo decorado en la sala de estar o los pomos de las puertas con detalles de hojas de robles, símbolo de la familia Estuardo y del rey Robert the Bruce. Cada elemento cuenta una historia diferente, y todas están relacionadas con la familia y las aficiones del marqués.

Una vez dentro, es un laberinto de habitaciones grandiosas, pasillos y escaleras ricamente decoradas. Todo creado por un equipo de los mejores artesanos británicos de la época victoriana.

Curiosidades de Mount Stuart
- Mount Stuart es la atracción turística más visitada de la isla de Bute
- El tercer Marqués de Bute está considerado como uno de los arquitectos aficionados más importantes de su tiempo
- Antes de construir Mount Stuart, hizo restaurar en estilo victoriano el castillo de Cardiff, el palacio de Falkland y Castle Coch, un castillo de cuento de hadas en Gales.
- El tercer marqués de Bute era un apasionado del ocultismo, la astronomía, la religión, la lingüística, la arquitectura y los viajes.
- La familia Crichton Stuart desciende de John Stewart, hijo ilegítimo del rey Robert II de Escocia. Su padre le dió en herencia la isla de Bute y desde entonces la familia ha residido aquí.
- Mount Stuart tuvo la primera piscina interior climatizada privada del mundo.
- Y fue la primera casa de Escocia iluminada con electricidad.
- Y también una de las primeras en disfrutar de innovaciones como ascensores, teléfono y más.
- Se usó como hospital naval en la I Guerra Mundial, con su quirófano y todo.

¿Qué ver en Mount Stuart?
Hay muchísimo por ver en Mount Stuart. Pero como hay que empezar por algo, te vamos a contar los detalles que no te puedes perder en el interior de esa casa preciosa… Y también fuera.
Interiores
Empezamos por el interior de Mount Stuart. Hay tanto por ver, tantos detalles, tantos rincones y tanta simbología que te faltarán horas. Para que no te pierdas nada, toma buena nota y déjate llevar. Seguro que descubres mucho más.
La capilla de mármol (Marble Chapel)
En el exterior de Mount Stuart verás una torre con aguja más alta que las otras. Es la torre de la capilla de mármol y bien vale un visita. Pero si por fuera te gusta… espera a verla por dentro.
Llena de mármol blanco, que le da un aspecto níveo, este lugar todavía se usa para bodas, celebraciones y conciertos. No me extraña, porque no se puede ser más mágico ni más romántico.

Pero yendo a los detalles, la capilla de mármol de Mount Stuart se inspira en la arquitectura gótica francesa, española e italiana. Las vidrieras rojas de la cúpula, por otra parte, toman su inspiración de las iglesias bizantinas que el tercer marqués de Bute visitó en su viaje a Rusia de 1868. Y el suelo de estilo Cosmati es parecido al que se encontraba en los edificios italianos de la Edad Media y que se puede ver en la Capilla Sixtina o la Abadía de Westminster en Londres. Como curiosidad, simboliza los cuatro elementos: tierra, fuego, viento y agua.

La antesala (Ante Hall)
Junto a la capilla de mármol y antes de pasar al Salón de Mármol encontramos la antesala. Se trata de un espacio de paso donde destacan las maravillosas vidrieras de Nathaniel Westlake donde se representa la vida de Moisés. Por lo visto el tercer marqués de Bute se convirtió al catolicismo a los 21 años y era bastante devoto.

Por si fuera poco, presta atención a los retratos de los barones Windsor y demás ancestros de Charlotte Windsor, la mujer del primer marqués de Bute y heredera de vastas tierras en el sur de Gales. Su familia eran los guardianes del castillo de Windsor, una de las residencias de la reina Isabel I.

El Salón de Mármol (Marble Hall)
Sin ninguna duda, el salón de mármol es la sala más espectacular de todo Mount Stuart. En primer lugar, porque con sus 25 metros de altura y su techo decorado como si fuera un mapa del firmamento en el hemisferio norte. La joya de la corona está adornada con prismas de cristal con forma de las constelaciones que reflejan la luz. Y los rayos del sol caen en ciertos lugares a lo largo del día de forma intencionada.

En la planta baja, fíjate bien y verás que se usaron más de 20 tipos de mármol diferentes para construir este salón donde se han celebrado desde conciertos y bodas hasta partidas de bádminton cuando la familia todavía vivía allí. Los tapices que hay a ambos lados merecen que les dediques unos minutos porque están llenos de matices que esperan que los descubras.


Por cierto, si quieres ver bien las ventanas con los símbolos del zodíaco que diseñó Horatio Walter Lonsdale te recomiendo que subas hasta la galería.
El comedor (Dining Room)
El comedor de Mount Stuart es una habitación familiar y acogedora. Es grandioso, pero también cálido gracias a la madera que decora sus paredes y está lleno de pequeños detallitos donde menos te lo esperas. Quizás se celebraran cenas formales y grandes recepciones, pero la risa de los niños seguro que resonaba entre sus paredes.

Un par de curiosidades que quizás te interesen:
- De sus paredes cuelgan varios retratos del siglo XVIII de miembros de la familia. Y un cuadro del rey Jorge III, de quien el tercer conde de Bute fue tutor antes de ser ascendido a Primer Ministro – el primer escocés en ostentar el título.
- Las chimeneas son originales y se salvaron del Mount Stuart original.
- Las lámparas de araña fueron traídas a Mount Stuart en la década de 1950 desde Castle Forbes, en Irlanda, que era el hogar familiar de la quinta marquesa de Bute, Lady Eileen Forbes.

Sala de estar
Algo más modesta, la Sala de Estar de Mount Stuart tiene una colección de mobiliario y arte exquisita. Toda ella es un símbolo de la gran atención a los detalles y la artesanía que hay en todo el edificio.
La delicada telaraña que hay arriba de la columna que hay más cerca de la puerta que da a la Biblioteca Púrpura es imprescindible. O las bisagras de latón con relieves que hay en la puerta que separa las dos habitaciones. Y, ya puestos, atención a los relojes alemanes del siglo XVII y las mesas de estilo Jorge III decoradas con mosaicos romanos y que diseñó el arquitecto escocés Robert Adam.
Biblioteca
Si te gustan tanto los libros como a la que escribe estas líneas te va a fascinar. Volúmenes y volúmenes con siglos de historia. Sillones cómodos y el ambiente perfecto para sentarte a leer y olvidarte del mundo.


Escalinata de mármol
La escalinata de mármol de Mount Stuart se completó en 1884. Las ventanas con los vitrales se añadieron entre 1890 y 1892. La galería se diseñó a finales de 1893 y la decoración de la bóveda en 1899.
Pero ya que lo que nos ocupa aquí es la escalinata, te contaré que está construida con mármol de Carrara (blanco) y mármol negro, también conocido como ‘Mármol inglés’. En realidad, este mármol negro es piedra caliza fosilizada y contiene fósiles de más de 325 años del periodo carbonífero. Se extrajo de la cantera de Frosterley, en el condado de Durham.

HW Lonsdale diseñó los delicados murales que ilustran los Días de la Creación. Si te fijas bien, en el último panel, que representa la creación del hombre y los animales, aparece un canguro. Esto es así en honor a la colonia de wallabies y canguros que Lord Bute introdujo en Mount Stuart en la década de 1870.

Galería
En la galería estuvimos hasta que nos echaron porque cerraban Mount Stuart. Hay tanto por ver en un espacio tan concentrado que es imposible que el tiempo no vuele.
Además de fijarte en el techo que representa a la bóveda celeste, te recomiendo que prestes atención a los medallones de colores por los que se filtra la luz natural en el interior de la casa. Hay doce y cada uno representa un momento diferente de las cuatro estaciones, y el signo del zodíaco que le corresponde.
En el techo abovedado verás las caras de 128 figuras femeninas de la mitología griega, romana, egipcia y nórdica, entre las que están Pandora y la diosa Diana. También las diseñó Horatio Walter Lonsdale.
A los lados de la galería, parece que el cielo pintado de se extienda hacia las habitaciones adjuntas. Es un juego de espejos precioso. Una ilusión óptica perfecta.

Y si te fijas, verás que algunas de las tallas en los capiteles de las columnas no están acabados y se pueden ver detalles intricados de foliage, flores y animales a medias en algunos casos. Esto es así porque el mármol se talló in situ y hubo algunas de las columnas que no se acabaron.

Habitación familiar
La habitación que compartían el marqués y la marquesa de Bute es sublime. Tanto como las salas de estar de cada uno.
En el caso de la sala de estar de la marquesa de Bute, comunica directamente con el ala de la guardería, donde estaban los cuatro hijos de este matrimonio feliz – Margaret, John, Ninian y Colum – y sus niñeras.
Algo que no te puedes perder es el friso de la parte superior de los muros. Es una obra de arte lineal que narra la vida y el matrimonio de la reina Margarita (la única santa real) y el rey Malcolm II de Escocia, de quienes desciende la familia Crichton-Stuart.


Baño
Tú quizás te preguntes por qué se enseña el baño de Mount Stuart… A decir verdad, cuando tu baño es tan bonito como éste, ¿por qué no?
Aunque el mobiliario es victoriano, no es original de cuando se construyó la casa. Se trajo y se instaló en la década de 1990 a petición de la sexta marquesa de Bute y todavía hoy se usa para bodas e invitados a eventos.

Sala del Horóscopo
Originalmente la sala de estar privada del tercer marqués de Bute, esta habitación le debe su nombre a que el techo está decorado con la alineación de los planetas en el momento de su nacimiento. Su bisnieto, el sexto marqués, la reconvirtió en otra habitación años más tarde y hoy es el aspecto que tiene.
Como cosa curiosa, tiene un pasillo secreto que va a la sala de fumadores del piso de debajo y también da acceso al conservatorio, un espacio que el tercer marqués de Bute usaba como observatorio astronómico.


Jardines
Mount Stuart es enorme, y no sólo me refiero a la casa. Los terrenos en los que se asienta el hogar ancestral de los Marqueses of Bute tienen 121 hectáreas de jardines y espacios verdes. Ideal para dar paseos, hacer picnics, disfrutar del paisaje y desconectar.
Con vistas al estuario del río Clyde, cualquier época del año es buena para perderte por los jardines de Mount Stuart. Aunque en primavera los rododendros y las magnolias florecen y lo llenan todo con su aroma y sus colores. Mientras que en otoño los árboles se tiñen de ocre y el lugar se convierte en el escenario perfecto para una leyenda.

Además de los árboles centenarios del arboretum y las 800 coníferas del pinetum encontrarás senderos y paseos que te harán soñar con poder quedarte aquí más tiempo. Pero si hablamos de jardines, en su sentido más estricto, no te vayas de Mount Stuart sin visitar sus tres jardines principales:
- Kitchen Garden – El jardín que nutre de verduras y frutas a la cocina de Mount Stuart es un rincón colorido, fragrante y estructurado donde las abejas van de un lado a otro mientras tú no sabes a dónde mirar porque todo es precioso. Está al norte del pinetum, en uno de los extremos de los terrenos de la casa. Tienen una colección de rosales maravillosa y un invernadero de cristal de 1989 donde crecen plantas tropicales.
- Rock Garden – El jardín de rocas que está frente a la entrada de Mount Stuart fue diseñado por el arquitecto de jardines victoriano Thomas Mamson. Con sus colores vibrantes, aquí los contrastes de texturas son protagonistas. Los estanques tranquilos y los bancos perfectos para sentarse a leer un libro se mezclan con las plantas asiáticas y el apacible sonido del agua.
- Wee Garden – El “jardín pequeño” no tiene nada de minúsculo. Son dos hectáreas de flora diversa donde las plantas típicas de Escocia conviven en harmonía con otras más típicas del hemisferio sur. Es muy frondoso y en su centro hay un reloj de sol antiguo. Este rinconcito tiene un aire recóndito perfecto para desconectar.


Cafetería
La cafetería de Mount Stuart es de 10. Así, tal cual. Y si no me crees échale un ojo al texto de debajo donde te recomiendo dónde comer por estos lares.
Producto local de calidad, tartas, platos y sopas cocinados cada día y una atención maravillosa. En serio, aunque sólo sea para tomarte un té con un scone, dale una oportunidad.
¿Cómo es una visita a Mount Stuart?
Puede que esto haya cambiado cuando leas este artículo. Al fin y al cabo, nosotros visitamos Mount Stuart en plena pandemia de Covid-19 cuando no hacían visitas guiadas. Pero te voy a contar lo que vimos y por dónde transcurre la visita por libre.
La primera parada, tras cruzar la puerta, es la capilla de mármol. Todavía en uso para bodas, celebraciones y conciertos, este lugar fue una de las últimas zonas en construirse de la casa de Mount Stuart. El lugar es terriblemente diáfano. La luz se cuela por los grandes ventanales, iluminando el espacio de tal manera que a veces parece que estés en Lorien o algún otro reino élfico.
Seguimos por la antesala, un espacio de paso dominado por los vitrales que representan la vida de Moisés. El siguiente paso en la visita a Mount Stuart es el majestuoso salón de mármol. Es imposible que no se te vaya la mirada a todos y cada uno de los detalles que llenan de vida este lugar. Desde las columnas de diversos tipos de mármol hasta ese techo que representa el cielo estrellado del hemisferio norte… Difícil no querer quedarse una eternidad admirando cada centímetro de decoración.



Después del salón de mármol, entramos en el comedor. Esta habitación acogedora donde la familia del Marqués de Bute celebraba comidas familiares también es un homenaje a la maestría de los artesanos británicos de finales del siglo XIX. Y desde aquí, la ruta sigue hasta la sala de estar, un lugar lleno de colecciones de muebles y obras de arte.


La última habitación que se visita en la planta baja de Mount Stuart es la biblioteca púrpura, un verdadero paraíso para los amantes de la literatura. En sus estanterías hay cientos de volúmenes valiosos, obras de arte y esos detalles que tanto le gustaban al conde de Bute.

Llega el momento de subir a la primera planta, no sin antes detenernos un buen rato en la escalinata de mármol. Puede que en la mayoría de grandes casas victorianas haya siempre grandes escalinatas… pero ninguna es como ésta. La riqueza de sus detalles, las pinturas murales y la luz son sublimes. Cuando llegues arriba de todo, tómate tu tiempo. Habrás llegado a la galería, que es muy posiblemente el espacio más mágico de todo Mount Stuart.
Si no sabes por dónde empezar, en tu visita a la galería, empieza quizás por el techo decorado con los rostros de 128 figuras femeninas de la mitología griega, romana, egipcia y nórdica. o quizás por las esculturas. O por los vitrales. O por los cristales que simbolizan las estrellas de las constelaciones. Tú eliges.

Cuando te canses de admirar la obra de arte que es la galería, sigue la visita a Mount Stuart y adéntrate en la habitación familiar que compartían el tercer marqués y marquesa de Bute. Desde aquí, vale la pena echarle un buen vistazo al baño victoriano que se instaló aquí en la década de 1990 y que no es parte del diseño original de la mansión.
La visita a Mount Stuart acaba en la Sala del Horóscopo. La que un día fue la sala de estar privada del tercer Marqués de Bute toma su nombre de la decoración del techo, que está decorado con la alineación de los planetas en el momento de su nacimiento. Aquí hay un pasaje secreto que comunica con la Sala de Fumadores, que no se visitaba en verano de 2021. Desde aquí, por cierto, podéis echarle un vistazo al conservatorio, el lugar donde el marqués contemplaba las estrellas en las noches oscuras de la isla de Bute.


Y hasta aquí el tour por Mount Stuart. Eso sí, ni se te ocurra irte sin pasear por los jardines.
¿Dónde comer en Mount Stuart?
A pesar de que Mount Stuart es ideal para un picnic en la hierba, también es cierto que su cafetería, la Courtyard Cafe, es todavía mejor para hincarle el diente al producto local. Es más, en este espacio de la casa son unos verdaderos apasionados de todo lo que produce la despensa de la isla de Bute.
Este rincón preciosos de Escocia, a pesar de ser pequeño, es fértil y produce alimentos de primerísima calidad. Por ejemplo, todos las frutas y verduras salen del Kitchen Garden de Mount Stuart. Mientras que la leche, la nata y la crema vienen de McAlister’s Dairy. El pescado y el queso ahumados los produce Ritchie’s of Rothesay, que usan un horno de 1888. La ternera y el cordero son de MacQueens butchers, que solo se abastecen en las fábricas locales. Y todo el té y café de comercio justo los proporciona Coffee Conscience.

Si haces como nosotros y te dejas tentar por el delicioso menú del Courtyard Cafe en Mount Stuart no te vayas sin probar sus tartas. Todo está cocinado en el mismo día, con muchísimo amor. De verdad, pide el brownie y déjanos un comentario si te gustó.
Dormir en Mount Stuart
A pesar de que los Crichton-Stuart ya no viven en Mount Stuart, la casa no es un hotel y no es puede pasar la noche en sus habitaciones preciosas. Pero sí que se puede dormir en varios cottages y propiedades en los terrenos de la familia. Son apartamentos y si vas a pasar varios días en la Isla de Bute son una buena opción.
En la web oficial están todas pero, resumiendo puedes elegir entre Kerryniven y Kennels, que están en Mount Stuart. O optar por Nether Stravannan South y North, que están en la costa suroeste de la isla de Bute. O quizás decantarte por los preciosos cottages de Quien West y Quien East, pegadas a la bahía de Scalpsie Bay. O en una de las seis habitaciones de Kean´s Cottage, que está a orillas del Loch Fad.
Cómo llegar a Mount Stuart
Para llegar a Mount Stuart, tanto desde Edimburgo como desde Glasgow, vas a tener que llegar primero a la isla de Bute. Y para eso tendrás que llegar antes al puerto de Wemyss Bay en tren o en coche, para luego tomar el ferry que va hasta Rothesay, la capital de Bute. Desde Rothesay, acercarte a Mount Stuart es relativamente sencillo, incluso si no tienes un coche:
- En coche: Mount Stuart está a 12 minutos en coche de Rothesay, tanto si vas por la costa como por el interior. Está bien señalizado y no tiene pérdida.
- En bicicleta: Mount Stuart está a unos 30 minutos de Rothesay en bicicleta, así que es facilísimo (y rápido) llegar. Eso sí, la carretera de la costa tiene menos cuesta que la del interior… Por si no te apetece dejarte las piernas.
- En Bus tienes dos opciones:
- en temporada alta, el bus Hop on Hop Off de City Sightseeing te llevará hasta la puerta de Mount Stuart. Puedes consultar los precios y horarios en su página web oficial.
- El bus 490/90 de West Coast Motors que sale de Guildford Square en Rothesay te dejará en la entrada de los terrenos de Mount Stuart, a unos 20 minutos a pie de la cafetería y la entrada de la casa. Puedes consultar sus horarios y precios en la página web de West Coast Motors.


Información práctica para visitar Mount Stuart
- Página Web Oficial – https://www.mountstuart.com/
- Dirección: Mount Stuart, Isle of Bute, PA20 9LR
- Correo electrónico: contacus@mountstuart.com
- Horarios: 10-17h (jardines) y 11-16h (casa). Abierto de finales de marzo al 31 de octubre.
- Precios: A partir de 8,25 libras (sólo jardín, adulto); a partir de 13 libras (jardín y casa, adulto), a partir de 7,50 libras (jardines y casa, niños de 5 a 15 años). Los menores de 5 años entran gratis.
¿Te animas a visitar Mount Stuart? Es imposible no enamorarse de la casa en cuanto la visitas.
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